Esto de ser autónoma hace que tengas la libertad de decidir cuantas semanas o meses al año trabajar: Libertad relativa por supuesto, porque el dinero y las responsabilidades te crean cadenas difíciles de soltar. Pese a ello, a veces es complicado saber cuándo poner el límite, cuándo parar, cuándo decir que no.
Estamos en 2012 sumergidos casi en el cénit de una enorme crisis económica, en la que pocos saben cuanto durará y que consecuencias traerá. España tiene unas cifras espeluznantes de desempleo en todos los sectores. Sin embargo en mi caso ocurre todo lo contrario, me ofrecen trabajo sin parar dentro de mi sector, lo cual es fantástico en estos momentos que vivimos, y lo último que puedo hacer es quejarme. En principio puedo tener trabajo todo el año. ¿Fantástico verdad?
Pero no se donde encontrar el equilibrio para el descanso y la dedicación familiar. Una parte de mí dice: ¿Por qué no? Mi hija está excelentemente cuidada por su padre y mientras yo este bien hay que aprovechar. No se sabe lo que el futuro nos puede deparar. No es que necesite mas o menos dinero, y aunque éste no sea en absoluto mi prioridad, sé que con él puedo tener una buena vida para mí y mi familia, en cuestión de oportunidades que solo el dinero abre. Lo cierto es que siempre el dinero nunca viene mal y en los tiempos que corren aun menos, y especialmente teniendo en cuenta que es difícil decir que no cuando no hay nada seguro ni para próximos meses y años, ya que vives totalmente al día.
De todas formas eso hay que compatibilizarlo con un tiempo dedicado a mi familia y particularmente a mi encantadora niña de solo 3 añitos. Así que otra parte de mi mente esta diciendo: ¿me estaré perdiendo algo fundamental de mi niña? ¿Le podrá afectar negativamente? ¿De que sirve el dinero sino lo puedo disfrutar? En fin es complicado la verdad.
Pero creo haber encontrado la solución a mi dilema de una forma muy simple: voy a dedicar como máximo la mitad del año a trabajar y el resto para vivir mi otra vida. Pero eso si, esos 6 meses de trabajo, son fuera de tu casa y con una total disponibilidad, aunque por supuesto no son los seis meses de forma continuada. Así que ya tengo la solución, para no extralimitarme y al mismo tiempo trabajar: Máximo 24 semanas de trabajo. Trabajando eso puedo tener una calidad de vida exceptional y ganar bastante más de lo que ganaba cuando trabaja como periodista, ademas de mis 6 meses de libertad, pero eso sí, lógicamente sin cobrar.
Hasta ahora mi ritmo ha sido Enero y febrero sin trabajar, marzo y abril sin parar, 3 semanas libres en mayo y el verano lo espero a tope. Sin familia es genial este plan de vida, ¿y con con ella? Aun estoy intentando encontrar la respuesta. Mi hija nació a mitad de junio, en plena temporada de trabajo y este año por primera vez en su corta vida, no estaré el día de su cumple: ( aunque lo celebraré dos días antes, que sí estoy), de todas formas tengo la sensación de que no será ni la primera ni la última vez...
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