miércoles, 10 de julio de 2013

La noche más estrésante

Mañana es el último día del circuito, nos recogen a las 5 am para llevarnos al aeropuerto. Llevo 13 días realizando el tour SFX, es decir España, Francia e Italia, con un grupo en principio de 34 Pax que luego se convirtió en 20, con un montón de imprevistos, cambios y toda la organización que requiere un tour por 3 países distintos durante 13 días. Y esta noche, justo esta noche, unas horas antes de que el avión me tele -transporte a mi otra vida, ha sido sin ninguna duda la más estresantes de todo el circuito.

Llego al hotel Excel Champino en Roma y me encuentro con la recepcionista más incompetente que he conocido hasta el momento.

- No me quiere dar las llaves de la habitación del conductor, porque este no va a dormir aquí, pero sin embargo me exige que la incluya en el voucher, vamos que la pague porque no le he avisado con suficiente tiempo para cancelarla. No hay problema siempre que me de la habitación del conductor que no está, para que la utilicé la profesora del grupo que tiene una twin, y por lo menos el pago sirva para complacer a la GL. Pero no consigue entenderlo pese a explicárselo un montón de veces. Le digo que no le daré ningún voucher hasta que no hable con el manager. No consigue contactar con él y dejamos el tema para después de cenar.

- El hotel ofrece un servicio de WIFI gratuito pero de tan sólo 15 minutos, el resto a 12€ la hora, pero es imposible conectar con la red y por supuesto la recepcionista no sabe nada.

- La tablet de las evaluaciones se ha quedado sin batería y en todo el hotel no hay un sólo enchufe en el que entre el cargador tipo Siemens. Voy a recepción y me dice que hace falta un convertidor, pero que no le queda ninguno. Verónica mi GL, tiene que completar la evaluación final sin falta hoy, pero no encuentro manera de que se cargué la tablet para poder encenderla. Mientras tanto la otra chica del grupo, Erin, no para de preguntarme por el WIFI que no funciona y entonces pienso que de un momento a otro voy a estallar .

- Llego a la cena y Verónica me pregunta acerca del cambio dólares - euros que le hice el día 2 para pagar una opcional. La verdad es que ni lo había comprobado, no hay WIFI y no se dónde obtener un cambio correcto y además mi cerebro no se encuentra nada matemático en esos momentos. Finalmente le digo que haga el cambio que le hayan hecho a ella al sacar el dinero del banco, que me diga cuanto es y se lo pago. La diferencia son 2,75€ por persona que por 5 Pax son poco más de 13 €. Se que con los temas de dinero hay que ser muy serios, pero hacerlo a última hora me pone los pies en la tierra de manera demasiado brusca.

- Voy a la habitación pero la llave magnética no abre, bajo a recepción, y de nuevo la incompetente recepcionista habla con un amigo de cosas banales, mientras 3 o 4 personas, yo incluida esperamos nuestro turno para intentar que nos resuelva algo. Finalmente me atiende, le digo que mi llave no abre y consigo que alguien venga a abrirla conmigo. Ese alguien es un ser pavoroso con una mandíbula infinita, lleno de pelo por todas las partes y que me produce un rechazo instantáneo. Subimos en el ascensor y empieza a hacer ruidos extraños y a tocarse el cuerpo. Son los dos pisos más largos de mi vida y mi mente empieza a imaginarse cosas asquerosas con ese ser, y cuando se abre la puerta del ascensor, por fin respiro aliviada. Llegamos a la habitacion y de pronto casi por arte de magia se abre sin el más mínimo problema.

- Al entrar busco mi cartera pero no la encuentro en ningún lado y entonces recuerdo que la he bajado abajo para pagar a Verónica sus 13€. Mi cara se transforma totalmente y bajo corriendo al restaurante y les preguntó donde esta my wallet, pero no entienden lo que les digo, se creen que es una computadora y yo no paro de decir, no, no mi cartera, mi wallet..!! Pero no saben nada y voy a la recepción de nuevo y pregunto a la chica si ha visto mi cartera y por supuesto no sabe ni de lo que hablo. En ese momento se me cae el mundo encima y ya doy por hecho que mi cartera ha sido robada con unos 400 €, todas mis tarjetas, recibos y por supuesto mi documentación, sin la cual mañana no podré viajar. Vuelvo a la habitación totalmente abatida y me encuentro con la cartera debajo de unos papeles y sólo puedo murmurar gracias gracias, casi al punto del llanto. Entonces me doy cuenta como todo pende de un hilo, como todo puede cambiar en sólo unos segundos.!! Menos mal que no cambió, pero que Noche Bariloche!!


-- Desde Mi iPad

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