sábado, 30 de marzo de 2019

Mis tours y mi estado anímico.

Por fin y tras acabar mis primeros tres tours del año, tengo un poco de tiempo libre para poder plasmar en palabras la gran cantidad de emociones que he pasado en mis últimos viajes. 

Comencé en febrero con un maravilloso grupo de New York City. En cuanto les conocí sabía que todo iba a ir bien. Su organización era excelente. La profesora tenía a todo el grupo en Viber y todos tenían acceso a los datos, por lo que estabamos siempre conectados, podía enviarles archivos para que leyeran o cualquier información que pudiera interesarles. Funcionaba a las mil maravillas.

Pero lo mejor del grupo no fue eso, si no que enseguida confiaron en mi, se dejaron llevar  y me consideraron como parte del grupo. Se asombraban de que realmente cuidara de ellos. Así que fue un tour maravilloso. Allí conocí a personas luchadoras, sensibles e inteligentes. Pero aun queda algo más, ellos venían de la WJPS, una escuela de periodistas y me encantó todo lo que compartimos juntos, tanto que hasta formé parte de su noticiero semanal. Todo un honor. Que maravilla!! Ahí adoraba mi trabajo.

Segundo grupo, en el más gente  he tenido, con 58 pax para mi solita. En este viajaban  dos Group Leaders, los dos hablaban español perfectamente. El primero de Colorado su responsable era una chica española que llevaba 6 años viviendo en Colorado como profesora. Al principio no me hizo mucha gracia porque me imaginaba que casi  todo lo que les contase, ya lo sabría y no lo iba a  apreciar igual. Pero enseguida descubrí en ella una mujer simpática, maja, inteligente y toda una super woman. Junto a ella llegó  la increíble Sheril, la que sería sin lugar a duda la perfecta viajera para mi y el alma del grupo. Cheryl  consiguió que todos la quisieran, que se preocuparan por ella y que derrochara esa  energía positiva de la que era imposible no contagiarse: graciosa, simpática y adorable. Gracias Sheril eres maravillosa y mi meta es ser como tu. 

El otro grupo era de Ohio y su GL era un profesor americano de español. Pero uno de los buenos, de los que realmente la cultura y la lengua española se han incorporado como parte de su vida. Pero además tenía una gran sensibilidad musical, que compartió de forma generosa durante el viaje. Pocas veces me he sentido más a gusto en un bus,  que escuchandole tocar con la guitarra y cantar  Take me Home de John Carpenter, fue fantástico .Así que fue un tour muy interesante, con buena energia y que sin duda disfrute mucho. 

Pero toda esa positividad se desvaneció de forma progresiva con mi tercer tour, que empecé solo tres días despues de acabar el último. Tenía un grupo canadiense haciendo un tour personalizado en el que visitaban París, los battlefields de la 1 Guerra Mundial en Vimy y en Ypres, así como cementerios de guerra y terminabamos en Ámsterdam. La organización  fue bastante compleja porque en algunos lugares no había estado nunca y además conocía muy poco al respecto. Además tenían tal cantidad de actividades incluidas, que sólo poder seguir el programa sin problemas, ya era todo un éxito. Y en este aspecto lo fué.

Pero pese a mis múltiples esfuerzos no conseguí conectar para nada con el Group leader.    Es inexplicable pero siempre que he tenido un único profesor, hombre y canadiense, ha habido problemas. Lo cierto es que había algo en el realmente extraño: no me miraba a los ojos, asentia y disentia y poco más. No me daba  los buenos días y nunca compartió mesa con el resto de los adultos ni conmigo. Así que la relación era prácticamente nula, lo que es peor a que sea o buena o mala. En el grupo por supuesto que había gente fantástica, pero no consiguieron que me sintiera a gusto ni que mi espíritu se elevase.

Por supuesto que él no fue el único culpable, tambien lo fui yo, porque en circunstancias adversas, no fui capaz de recomponerme. La seguridad en mí misma bajó a límites preocupantes, temía en todo momento que algo saliera mal, por lo que fueran a decir, por como me evaluarían. Estaba nerviosa, empequeñecida, mi luz no brillaba para nada. Dormía fatal, pensaba demasiado. Fue agotador,al final contaba los minutos y las horas para acabar el viaje.

 Hacía mucho tiempo que no me sentía así, y de hecho sigo dandóle vueltas a como llegué a ese estado anímico, y cómo no fui capaz de superarlo.  Me di cuenta de cuanto dependo de las reacciones de los demás para sentirme yo misma. Si yo me siento bien, todo es tan sencillo tan fácil, tan fluido que todo va fantásticamente. Debo encontrar el modo de conseguir lo mismo independientemente de los demás. Pero es tan complicado..!  Eso sí, lo que tengo claro es que seguiré luchando para superame y encontrar respuestas y sobre todo para intentar que las situaciones y las personas no me afecten tanto.


















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