domingo, 4 de septiembre de 2022

Cuaderno de Bitácora Día 0: Sailing Camino. Vigo


https://drive.google.com/uc?export=view&id=1FBz7aVkIB08KlybLM2aqov3O6idjGrzs
Llego por la tarde a Vigo, una ciudad donde el gris es el color que más resplandece. El cielo está totalmente cubierto y en cuanto salgo del aeropuerto, Vigo y Galicia me reciben con lo que ha solido ser lo más característico de su clima: la lluvia. Y digo solido, porque desde hace muchos días no llueve en Galicia y dos palabras, inusuales en estos lares, se han hecho de uso común: sequía y restricciones. Por tanto, la llegada de la lluvia es algo más que esperado: el deseado maná que caracteriza al pueblo gallego.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1rOkkufx4RSnrAnFB2LVNqfCHfmWDKjhP

Todo sería perfecto si no fuese porque mañana mismo comienzo por primera vez la Travesía Náutica del Camino De Santiago. Y es que, aunque muchos quizás lo desconozcan, la navegación de 90 millas náuticas y el peregrinaje andando de los últimos  5 km antes de llegar a Santiago dan derecho a la ansiada Compostela. Su reconocimiento  por parte de las autoridades del Camino fue reciente, en 2019. Despues  siguieron los fatídicos años de la pandemia y ahora en 2022, tengo el honor de inaugurar esta ruta con la empresa especializada en la realización de caminos de Santiago de alto standing: Marly Camino.
Un lujo, un regalo sin duda ser la guía del viaje que nos llevará a lugares tan maravillosos y fascinantes como Baiona, las Islas Cíes, las Isla de Ons, Xanxenxo o Vilanova de Arousa a bordo de una catamarán. Sin embargo, no hay camino de Santiago que se vea más afectado por las lluvias que el Camino Náutico. El tiempo determina la navegación, el fondeo y por supuesto el disfrute de las maravillosas localidades y playas de las rías Bajas.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=12fm6Y1y3FujZ10sbUEx9Gz7APfNBFaY6

Como guía turística pienso que mi principal misión es siempre el que mis clientes sepan disfrutar de los viajes, independientemente de las adversidades con las que nos encontremos. Y creo que lo primero que hay que hacer en estos casos es cambiar la palabra adversidad por aventura, y vivirla como tal.

He realizado viajes donde toda la logística ha salido a la perfección y sin embargo han resultados aburridos, no solo para mi, sino también para los clientes. Por supuesto, nadie tiene nada negativo que destacar, pero sin embargo, no existe la emocion, la descarga de adrenalina que te produce el solucionar problemas, sobreponerse a los contratiempos y encontrar la esencia del viaje. Otros viajes han sido caóticos por muy diversas razones: huelgas de todo tipo, clientes que no consiguen adaptarse al ritmo del tour, condiciones climáticas adversas y límites, proveedores que han dado problemas, ciudades sobre saturadas de turistas  y un largo etcétera.. y sin embargo después de superarlas se han convertido en viajes memorables donde la conexión personal con los pasajeros ha sido mucho más intensa. 

Mi misión ha sido en estos casos: 1. Tomar el control y utilizar todos los medios a mi alcance para solucionar el problema 2. Transmitir paz y seguridad frente al lógico miedo, cabreo o desolación del pasajero 3. Cambiar el convencional punto de vista y hacerles sentir que no hay nada mejor que la vida intensa y vivida y el insuperable placer de sobreponerse a la adversidad frente a la liviandad de una  “vida perfecta”. 4.Que tomen conciencia  y  comprueben por si mismos cuáles son las verdaderas adversidades de la vida y de esa modo desenfocar de aquellas situaciones nimias a las que les hemos dado demasiada importancia.

El reto y la misión son sin duda muy grandes y en este viaje que mañana empiezo tendré la oportunidad de ponerlos en práctica y sobre todo de seguir contándoles  mi propia experiencia…










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