lunes, 12 de septiembre de 2022

Cuaderno de Bitácoras. Días 5 y 6: Pedras Negras- Isla Areoso-Cambados / Cambados-Vilanova- Puentecesures- O’Milladoiro- Santiago

Estos dos últimos días han sido sin duda  los mejores. El tiempo comenzó a mejorar paulatinamente y cada vez nos sentíamos más cómodos en el barco y entre nosotros. Tuvimos un trayecto de unas 3 horas y media realmente relajante, el mar estaba en calma total, lucia el sol y el paisaje se hacía más bonito por momentos. Paramos en el islote Areoso, una auténtica maravilla frente a la isla de Arosa. Parecía como un anuncio publicitario de cualquier  playa del caribe con su arena blanca y sus aguas de un azul cristalino sino fuese porque el agua estaba mucho más fría. En cuanto fondeamos lo que más me apetecía sin duda era lanzarme en aquellas aguas e ir nadando hasta la playa, y la temperatura del agua en este momento era para mi hasta un aliciente. Conseguí animar a una de las pasajeras para no irme sola y nos fuimos nadando hasta la playa . El agua estaba helada, pero regrese al barco renovada, revitalizada  y sobre todo super feliz por haber vivido esa experiencia tan única y especial. Tenia tanta energía que hasta me puse a cocinar una tortilla  de patatas que compartimos en la que iba a ser nuestra última tarde en el barco. El Capitan nos dijo que en sus 20 años  era la primera vez que veía que alguien cocinase una tortilla en su barco. Aún me sentí más especial 😛.
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https://drive.google.com/uc?export=view&id=1iMSBiT7N_qQ_X3SaYXqr9WjgXdz4Np_2
Desde allí nos fuimos a Vilagarcia, donde nos despedimos del capitán y del barco y desde el puerto cogimos un taxi hacia Cambados. Esa noche dormiríamos en un hotel y no veía la hora para desparramar todo el equipaje por la habitación y darme una ducha. El resto de la tarde me pase recorriendo la preciosa locailidad de Cambados, desde la famosa plaza de Fefiñans hasta las inquietantes ruinas  de la Iglesia antigua de Santa Mariña, donde se encuentra el cementerio de Cambados. He visto restos de monasterios, Iglesias y  conventos en varios lugares, pero nunca rodeados de tumbas por todas partes.

Eran ya casi las 8.30 de la noche y ya faltaba poco para atardecer. Era el momento ideal para dirigirme hacia el barrio de Santo Tomé y de ahí a las ruinas de la torre de San Saturniño. De nuevo, fue un momento glorioso, la marea estaba muy baja, el sol se estaba poniendo y con la torre al fondo creaba un paisaje embriagador.  Allí me quede más de una hora disfrutando de esa puesta de sol en especial y haciendo fotos sin parar.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1oYrJaaGkfc7jC9bnU-fVG9GcNUKbwxcOhttps://drive.google.com/uc?export=view&id=1or5kmvR9ecOCNVtFdktZqScmDYv4rX24
La mañana siguiente hice exactamente el mismo recorrido pero con mis clientes y de nuevo me gustó disfrutarlo y poder compartirlo. Después de comer un taxi nos llevo a Vilanova y allí una lancha motora nos llevo a hacer la misma ruta que realizaron los discípulos con en cuerpo de Santiago hasta Puentecesures y de allí taxi a O’ Milladoiro para realizar el último tramo de 7 km a pie hasta hasta la catedral de Santiago.
https://drive.google.com/uc?export=view&id=1in9obAR82RKREanx97wCEUtoixkjphUDhttps://drive.google.com/uc?export=view&id=1gdKwPaH2yA7QUv4UB_l1QI6Zt8OwVj5a
El trayecto en lancha fue simplemente maravilloso, el río estaba totalmente para nosotros, y una guía Iva contándonos todo tipo de curiosidades sobre el lugar: - sobre las 2800 bateas de las 3500 que hay en toda la ría de Galicia, que hay en la ría de Arousa.- sobre el único via-crucis marítimo con 17 cruceiros siguiendo los pasos del cuerpo De Santiago hasta el Pedron que dió nombre a Padrón- sobre los criaderos plantaciones de almejas - sobre la lamprea, el animal vivo sobre la tierra más prehistórica que existe y que se cocina en su propia sangre Y sobre otros temas interesantes que hicieron más didáctico el trayecto de hora y media.
Al llegar a Puntecesures  toda la parte por mar y río había terminado y nos dispusimos a hacer el último trayecto a pie. Eran las 3.30 de la tarde y hacía muchísimo calor, por lo que fue mucho más duro de lo esperado. Llegamos a La catedral por la ría de los Francos y por fin divisamos nuestro objetivo: la impresionante catedral meta de millones de personas de todo el mundo. 
Fin de viaje. Si tengo que hacer un resumen diría que ha sido una experiencia única e inolvidable,pero no exenta de problemas y malos momentos. He aprendido muchísimo de navegación y  de Galicia, pero sobre todo lo que más he corroborado es que es necesario sufrir para luego poder disfrutar de verdad de algo. El recuerdo de mi terrible mareo del segundo día se disipó totalmente al meterme  en las aguas gélidas del islote de Areoso, y el desinterés de inicial de mi grupo  en el disfrute por el esfuerzo para conseguir su meta. 
https://drive.google.com/uc?export=view&id=1c95DROc4OkjvmW2_pDu_hfynnQBIruPv





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